El color rojo es una de las tonalidades más intensas y difíciles de usar, tanto para pintar las paredes como para decorar un ambiente en particular.
Pero no todo rojo es igual: hay tonos suaves, oscuros, apagados, anaranjados o con matices tierra. Aquí te mostramos algunos de los colores de pintura rojos más usados, con ideas para aplicarlos y combinaciones posibles.
¿Qué transmite el color rojo?
El rojo es un color con mucha energía. Se asocia con la pasión, la calidez, el amor y también con la fuerza. En decoración, bien usado, puede dar vida a un ambiente y hacerlo sentir más acogedor o elegante.
Eso sí: es un color que llama la atención, así que conviene usarlo con moderación. Funciona muy bien en acentos (una pared, un mueble, textiles).
Debe tomarse con mucha precaución para no lograr un efecto contraproducente, que reduzca el espacio visualmente y cree una aspecto chocante o agotador.
Colores de pintura rojos más usados
Te dejamos una lista con algunos de los tonos de rojo más comunes en pintura, con una breve descripción y sugerencias de uso para cada uno:
Estos no son los únicos tonos que existen. Algunas marcas de pintura ofrecen cartas de color con muchas más variantes. A veces los nombres cambian según la marca, pero lo importante es probarlos en el espacio real antes de decidirte.
Rojos intensos: bermellón, carmesí, escarlata, carmín
El bermellón es un color intenso acercándose al naranja, por otro lado carmín se trata de un rojo semi-oscuro levemente púrpura. Entre ambos el carmesí y escarlata, tonos muy intensos.
Son las tonalidades más vibrantes que puedes usar en interiores por lo que debes hacerlo en su justa medida, mucho más en ambientes pequeños.
Rojo oscuros: quemado, burdeos, vino tinto, granate
Estas son variantes de rojo más oscuras que las anteriores, aunque siguen manteniendo la fuerza e intensidad intacta. Son alternativas para espacios más iluminados y amplios.
Es la mejor alternativa cuando quieras ambientar un espacio con rojo, mucho más si pretendes crear un clima elegante. Combina muy bien con gris y color hueso.
Rojos terrosos: rojo óxido, indio, ladrillo, terracota
Se trata de tonos oscuros y terrosos. El rojo óxido brinda una apariencia un poco más rústica y puede ser acompañado ocres, maderas claras y arena.
Muy similar al anterior, el terracota es una tonalidad intermedia entre el naranja y el rojo, pero medianamente oscura y con cierta tono tierra. Es especial para destacar una pared y suele ser combinado con grises, maderas claras y oscuras, tonos cafés, blanco y negro.
Rojos claros: rojo pastel, sandía
Al mezclar rojo con blanco obtendrás una amplia gama de tonalidades rosadas, según la proporciones de cada uno. El rojo pastel es un termino medio entre el rosa y el rojo, un poco menos intenso y chocante que un carmín, pero que todavía se conserva muy atractivo y luminoso.
Es especial en decoraciones femeninas y ambientes dinámicos. Lo puedes acompañar de blancos, verdes secos y luminosos, azules pálidos y turquesas, blanco y maderas.
Rojos violáceos: púrpura, remolacha, obispo
Aquí podemos agrupar a una variada familia de colores que se encuentran entre el rojo y el púrpura. Algunas de las coloraciones rojo púrpura comunes son el beterraga (o remolacha), frambuesa, obispo y amaranto.
Sin duda debes usarlos con cautela en pequeños objetos o textiles, y puedes acompañarlo de azules, negro, blanco y turquesas entre otras tonalidades.
Rojo naranja: salmón y coral
Todas estas coloraciones son parte de una familia de colores rojo-naranja, intermedia entre el rojo y el naranja obviamente. Otros colores de la familia son el bermellón y el rojo capuchino.
Es uno de los colores más alegres y dinámicos que utilizarás en la gama de los rojos, y lucirá mucho más animado y agradable en combinación con blanco.
Cómo combinar los colores rojos
El rojo puede combinarse de muchas formas, según el estilo que quieras lograr:
- Con blanco: genera contraste y limpieza visual.
- Con gris o negro: da un toque moderno y elegante.
- Con tonos tierra: como terracota, marrón o beige, aporta calidez.
- Con verde oscuro: ideal para estilos más clásicos o vintage.
- Con dorado o cobre: para ambientes sofisticados y cálidos.
Si no estás seguro de usar el color rojo en las paredes, puedes dejarlo para detalles como cojines, cuadros, lámparas o una silla también es una forma segura de incorporarlo sin recargar.
Los colores de pintura rojos pueden transformar cualquier ambiente si se usan bien.