Al pintar una superficie de madera u otro material surge la duda si utilizar un esmalte sintético al disolvente, o un esmalte acrílico al agua. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, veamos algunas de ellas:
Una aplicación más fácil
El trabajo de pintado es mucho más sencillo si se utiliza un esmalte acrílico al agua, especialmente si trabajas con brocha o rodillo y tienes poca práctica con el uso de estas herramientas. Otra de sus ventajas es que seca mucho más rápido que el esmalte sintético.
El indicado según la superficie
Los esmaltes al agua actuales tienen gran adherencia a todo tipo de superficies incluso metales. Pero personalmente recomiendo para superficies metálicas esmalte sintético, creo que tiene mucho más agarre y duración. Además puedes conseguir productos que son todo en uno, convertidor de óxido, anti-óxido y esmalte, todo a la vez.
Hay que destacar que los esmaltes sintéticos ofrecen mayor durabilidad en exteriores aplicados sobre cualquier superficie.
Mayor resistencia y durabilidad
El esmalte sintético al secar por completo forma una película mucho más dura que un esmalte acrílico al agua, lo que se traduce en una mayor durabilidad, especialmente si se trata de un objeto que es manipulado o se encuentra siempre expuesto al roce.
Menor olor y toxicidad
La gran ventaja del esmalte al agua es su escaso olor, el cual desaparece rápidamente, lo que no sucede con esmalte sintético. En este el olor lo produce el disolvente que está evaporándose durante el secado, el cual generalmente se trata de aguarrás u otro material derivado del petróleo.
Si se trabaja en un lugar ventilado o en el exterior el olor no presenta grandes inconvenientes. En ambientes con poca ventilación en interiores es mejor decantarse por un esmalte al agua.
Un acabado más brillante
Los acabados de los esmaltes sintéticos al disolvente siempre son más brillantes. La mayoría de los esmaltes al agua intentan imitar el brillo pero no llegan a los resultados de los anteriores.
Además el esmalte sintético posee una propiedad de auto-nivelado, es decir que se esparce más fácilmente al ser aplicado, dejando la superficie más suave y libre de rayones y marcas de la brocha. Esto mejora si se utiliza en condiciones ideales, es bueno aplicarlo con la temperatura adecuada y en la disolución correcta.
Cambio de color con el tiempo
Especialmente con blanco, al pasar el tiempo el esmalte sintético se torna amarillento, en cambio un esmalte acrílico al agua mantiene el color blanco original. Un punto que es indistinto si se utiliza otra coloración.
Y para terminar…
Si pintas de forma regular seguramente tendrás tu preferido. Pero es mejor aclarar que uno no es mejor ni peor que otro, son dos materiales distintos que deben ser aplicados según las necesidades.
Recuerda que si la superficie es nueva y utilizas una base, tapaporos o cualquier tipo de imprimación, ésta debería ser del mismo tipo que el esmalte aplicado, es decir al disolvente o al agua.